Rosado o Clarete?

A primera vista puede sonar que pedir un rosado es la manera «fina» de pedir un clarete de toda la vida. pues va a ser que no.

Si bien es cierto, que en León toda la vida se ha utilizado el término «clarete» para referirse al vino de color claro con aguja, y siempre ha sonado como término coloquial para referirse a ese «vino de diario», el vino de andar por casa que no era muy comprometido en cuanto a sabor y complejidad y que disfrutaban nuestros abuelos, la realidad es que hay muchas diferencias entre un vino u otro.

Además, en los bares y tascas de León, tradicionalmente, el tinto y el blanco se servían en copas, mientras que el clarete lo hacía en modestos vasos de «chateo» rebajando su caché a vino inferior. Otra injusticia visual.

Tú serás el primer sorprendido.

Con el auge de los vinos rosados, se está descubriendo todo un mundo, un auge que llega justo después de la gran «eclosión» de los vinos, generalmente tintos o blancos, que aportan ciertas cosas, pero que cuando descubres un buen rosado, eres capaz de notar muchos más matices y cuanto a aromas y sabor en nuestro paladar. Así que ha llegado el momento de quitarse esos prejuicios y abordar la cata de un vino rosado (o clarete) con la misma devoción o interés que un vino tinto gran reservas ver si sólo se van a poder beber vinos viejos acompañados de chuletones… hay todo un mundo por descubrir ahí fuera. ¿nos acompañas?

Ahora que ya te has decidido a descubrir estos vinos, te vamos a explicar la diferencia entre los Rosados y los Claretes, para que veas que son diferentes, aparte de la elaboración, se usan uvas distintas.

El Rosado

El vino rosado es un vino que se elabora en “blanco” es decir; se realiza un sangrado del deposito para eliminar las pieles y fermentar solo el mosto resultante, al igual que se elaboran los vinos blancos.

En función del tiempo que las pieles están en contacto con el mosto, la cantidad de color variará. En el rosado requiere al menos el 50% de uva tinta aunque el porcentaje suele ser mayor.

Por tanto, el rosado es un vino que proviene de la maceración de las pieles de las uvas que están en el depósito para luego “sangrar” ese liquido y pasar a una fermentación sin hollejos a baja temperatura para potenciar los aromas primarios de la uva.

En León, se utiliza mucho la técnica del «Madreo» que consiste en la adición al mosto de un porcentaje de racimos enteros (un 10% del volumen total) para provocar la fermentación en la uva sin romper y generar el carbónico natural que se conoce como aguja, causando un efecto chispeante en el vino haciéndolo más estructurado.

El resultado es una alteración el el propio proceso de fermentación, ya que en cada uva agregada se produce la fermentación de su azúcar liberando CO2. Y así el vino resultante de este proceso contiene una presencia de carbónico natural, lo que comúnmente llamamos ‘aguja’.

El clarete

En el caso del clarete hablamos de un vino de aspecto rosado pero fermentado al estilo del vino tinto. Habitualmente el clarete se hacía mezclando vino tinto con vino blanco, aunque también se puede hacer, introduciendo uvas tintas, algunas veces se sangra el mosto tinto y se dejan las pieles en el depósito. Otras veces, simplemente se añaden las uvas tintas y su mosto, para luego rellenar el depósito con mosto de vino blanco, para que la maceración con las pieles de uva tinta aporten ese color cebolla habitual en los claretes.

El clarete pasa por ser un “vino tinto” elaborado con mucha uva blanca, o incluso mezclando los dos vinos ya fermentados, el tinto y el blanco.

No debemos dejarnos engañar y pensar que la calidad del vino es inferior. Es un vino interesante, de color muy ligero, con mucha fruta en nariz y en boca, y la delicadeza del vino blanco con un poco más de estructura debido a la aportación de taninos de las pieles de uva tinta.

En definitiva.

Que no nos vendan la moto de que el vino bueno es sólo el vino tinto, que hay todo un mundo más allá de las copas de crianza, que aportan sabores y aromas intensos, un toque de aguja, y una sensación de frescor ideal para la primera y el verano. Entre los productores de León, tanto de la D.O.Bierzo como D.O.León, tenemos grandes fabricantes de vinos rosados, prácticamente todas las bodegas de nuestra despensa, tienen algún vino rosado en sus catálogos, pero si que es cierto que algunas bodegas, están llevando sus rosados por certámenes y concursos, y están triunfando mas allá de nuestras fronteras, como los últimos galardones de vino rosado que ha conseguido Bodegas Gordonzello con su Gurdos rosado, o Bodegas Pardevalles con su rosado 2019, o Bodegas Tampesta con su Rosado Barrica.

Los rosados por sus características se deben servir entre 8 y 12ºC, sean jóvenes o con crianza en barrica.

Recuerda que entre todos, tenemos que ayudar a los productores de León en estos momentos inciertos, consumiendo productos de León, favorecemos el empleo en la provincia, la riqueza local y mantenemos el tejido comercial del que depende el sostenimiento de nuestro entorno y nuestras tradiciones. #productosdeleon #ladespensadeldiario