¿Matar judíos? historia de la limonada

Esa extraña tradición leonesa, de «matar judíos» que resulta tan perturbadora, que los leoneses lo vemos como algo tradicional, pero que a los foráneos les resulta extrañísimo. 

Durante la Semana Santa,  dicen que entre el Viernes de Dolores y el Domingo de Resurrección, es cuando la tradición manda consumir un total de treinta y tres limonadas, la edad con la que Jesucristo murió en la cruz. A eso se le llama salir a «matar judíos» en León. No tiene nada de antisemita, es tradición oral pura y dura.

Ya sabéis lo que nos gustan estas «historias» en La Despensa del Diario, son historias que acompañan a productos de León, y lo dotan de un aire de realismo mágico, que nos estimula al consumo y a su difusión. Curiosidades que acompañan a la degustación del producto y que ponen aún más en valor, la calidad de nuestros vinos, y en este caso, sus derivados. 

Sobre la expresión existen varias versiones, una de ellas, hace referencia a la época medieval cuando, desde el barrio húmedo, algunos hombres, con el fanatismo religioso exaltado, se desplazaban en busca de algarada a las juderías de la capital, siendo aplacados por bares donde se permitía la venta, aunque fuera tiempo de ayuno, de vinos rebajados con agua y zumo de frutas.

Y es que sobre el año 1320 empezaron a difundirse acusaciones contra los judíos, imputaciones que empiezan a crecer considerablemente durante los años de la peste negra que asola Europa. Esas acusaciones quiebran una ya inestable convivencia entre judíos y cristianos en reinos como los de León y Castilla, donde se producen numerosos alborotos populares contra las juderías.

En León, las juderías estaban hacia la zona de Santa Ana, separadas del centro de la ciudad por el Barrio húmedo, por lo que las autoridades, aunque fuera tiempo de ayuno y recogimiento,  autorizaron la venta de vino rebajado con agua, azúcar y fruta, para amortiguar la sed de venganza contra el judío.

Se pretendía con ello que durante el viaje de la ciudad al barrio de Santa Ana, todos los que pasaran por las tabernas se diesen a la limonada, el mejor relajante para desistir en la venganza. De este modo, por cada vaso que bebían, un judío que decían matar.

Consiguiendo así, que en lugar de una matanza, el día terminara, eso si, con una buena cogorza, mucho más sana que cualquier altercado religioso.

En el Bierzo se cuenta un altercado cuando acusaron a los judíos de robar un pequeño crucifijo, que ahora precisamente se llama, el Cristo de los Judíos y que se conserva en el convento de las Concepcionistas de Ponferrada. Por ello en el Bierzo, también se «matan judíos» eso si, en esta ocasión, con los mejores vinos de uva Mencía.

La limonada en León tiene mucho de alquimia, de saber mezclar muchos ingredientes para que el hechizo pueda producirse. Frutas, licores, azúcares, especias y vino, buen vino de León bien sea de la D.O. León o D.O. Bierzo, todo en la medida exacta para que la cosa funcione.

La limonada de León no es sangría ni tinto de verano, son los mejores vinos con uva Mencía del Bierzo o Prieto Picudo de León, mezclados con frutas, azúcar y canela en su justa medida, macerados y fermentados el tiempo necesario para conseguir un producto único de sabor extraordinario.

 Muchas de nuestras bodegas de León, ponen en el mercado limonadas realizadas con buenos vinos, y con la mezcla justa de sus ingredientes, consiguiendo que el consumo de Limonada, se pueda hacer todo el año, aunque sea en Semana Santa cuando resulta casi imprescindible. 

No dejes de celebrar la Semana Santa con alguna limonada de León! 

Algunas de las limonadas que podemos recomendarte, son las de Prada a Tope! que venden por medio mundo, las de Bodegas Gordonzello con su Sangría de León.

Apoyando los productos de León y las costumbres tradicionales, ayudamos al comercio regional a seguir expandiéndose y creando riqueza.