Lenteja de tierra de campos.
El Consejo Regulador de la Indicación Geográfica Protegida (IGP) Tierra de Campos mantiene su objetivo de ampliar la zona de producción. A medio plazo espera alcanzar las 10.000 hectáreas, según apuntó su presidente, José Andrés García Moro. Pero las malas condiciones climatológicas que se han vivido en esta campaña dificultarán en los próximos meses ganar agricultores que se sumen al cultivo.
DE CUCHARA A la recuperación de zonas de calidad extraordinaria
Esta legumbre, de color pardo con puntos negros, muy fina al paladar y de pequeño diámetro recogerá este año entre un 20 y un 25% de las 8.000 toneladas que consiguió en la campaña pasada, buena, tanto fue así que se incorporaron más de un centenar de hectáreas al cultivo. Pero el negocio al aire libre sufrió este año una primavera nada favorable para su desarrollo, especialmente en las zonas más septentrionales, que han dejado parte de las fincas sin cultivar, explicó García Moro La situación obligará a la industria envasadora a importar más lenteja para atender sus mercados, cerrando un ciclo «malo para los agricultores, la industria y los consumidores». Al menos, la poca legumbre que se venderá con el sello del consejo «mantiene la calidad» exigida y que tan buena fama le ha dado en las cocinas. Si el año pasado animó a muchos a sembrar, los resultados de este le obligan a competir «con otros cultivos», que el productor vea más rentables.
El consejo regulador reclama a la Administración la puesta en marcha de los grupos operativos para investigar tanto la calidad de la lenteja como la mejora del cultivo, a fin de conseguir su vuelta a zonas lentejeras, con producciones de «extraordinaria calidad», donde se optó por otras siembras. Es el caso de Los Oteros, en León, y del Cerrato, en Palencia, —la IGP incluye territorio vallisoletano, palentino y leonés—. El cultivo necesita ganar altura para su mecanización, para que las cosechadores consigan arrancarla.
«Podríamos ganar de 2.000 a 3.000 hectáreas más», señaló García Moro, que se remite a datos del Ministerio de Agricultura para apuntalar su decisión.
«En la actual zona de producción llegaron a sembrarse 25.000 hectáreas en la década de los 60 y principios de los 70» del siglo XX, por lo que nos planteamos sumar un 20% de superficie a medio plazo y conseguir 10.000 hectáreas, lo que aún nos situaría por debajo del 50% de lo que se cultivó»