Mencía, la uva reina del Bierzo.
Una de las características principales de los famosos vinos del Bierzo, es sin duda, la uva de la zona, la reina del Bierzo, la uva Mencía.
No se conoce la verdadera historia pero se afirma que esta cepa es una de las más antiguas de toda España, los antiguos monasterios medievales ya poseían esta variedad. Se supone que traída por los Romanos, que vinieron a llevarse el oro de las Médulas, pero dejaron cepas de Mencía, de las que ahora se extrae el nuevo «oro berciano»
La uva Mencía podrás encontrarla además en Galicia y el norte de Portugal, pues se adapta perfectamente al clima de montaña.
Cuentan que la Mencía soportaba muy bien el impacto de la Filoxera, por lo que en el norte, por su clima, daba muy buenos resultados, esto provocó que apareciese el boom de la Mencía, también conocida como el “clon de la Cabernet Franc”.
Cierto es que el clima tan especial del Bierzo, ese gran valle que es «La olla berciana» favorece, por su configuración del terreno, con valles soleados y protegidos del frío, hicieron evolucionar a la uva Mencía hasta el punto en el que se encuentra hoy, se ha convertido en una de las uvas con más posibilidades para el vino de calidad, como demuestran cada día los productores de vino de la D.O. Bierzo.
La Mencía se encuentra en el Noroeste de España, y es la variedad principal en la D. O. «Bierzo» aunque también está presente en todas las D. O. gallegas.
Disfruta de una brotación precoz, por lo que si las heladas de primavera aprietan, pueden marcar la producción, aunque al tener buena fertilidad, contrarresta cualquier efecto adverso con rapidez ya que tiene un buen cuajado.
La maduración variará dependiendo de la producción y, al encontrarse en zonas de montaña, tendrá que ver la orientación y la altitud a la que se encuentra. En estas zonas lluviosas la densidad de la plantación es alta para así crear más competencia entre las cepas y mejorar la calidad del conjunto del fruto de cada una de ellas.
A nivel enológico, es una variedad aromática, con la fruta roja siempre presente, unida al suelo, que le aportará notas minerales o pizarrosas. Funciona muy bien con vinos jóvenes, de corta crianza o para maceraciones carbónicas.
Un bajo grado alcohólico y una acidez justa o escasa, hace vinos poco longevos pero con una gran personalidad.
La orografía del terreno, tan variada, con distintos suelos y orientaciones, hace que sea necesario conocer cada parcela a pie de cepa para saber lo que se puede extraer de ella.
Foto: Ana F. Barredo.
¡Qué bien acompaña este vino y su retrogusto con la cecina y con notas de grasa y ahumados, con los pimientos (especiados en nariz y de boca tersos) Y con los dulces (de textura algo pastosa, pero a la vez envolvente)… ya lo sabes, uno de los secretos de los buenísimos vinos de León, tanto de la D.O. Bierzo como de la D.O. León, es sin duda esta uva tan especial.
No dejes de consumir productos de León, apoyando los productos locales, favorecemos el crecimiento de nuestra tierra y garantizamos su continuidad, pero es que además, la calidad es la mejor excusa para consumirlos.