La cosecha de la DO Bierzo: 11,4 millones de kilos vendimiados
Comienzan a recogerse dos variedades nuevas, merenzao y estaladiña, y a elaborarse claretes.
Un invierno y una primavera lluviosos. Tormentas esporádicas en los meses de junio y julio. Algún foco menor de mildiu. Y temperaturas altas en verano. La cosecha final de los vinos de la Denominación de Origen del Bierzo se ha quedado en 11,4 millones de kilos de uvas, según la cifra exacta difundida ayer por el Consejo Regulador. Y han sido las condiciones climatológicas las que ha reducido el peso de la uva y bajado la cifra final de la vendimia en un 14,75 por ciento respecto al pasado año, un 9,95 por ciento si se compara con la media de los últimos cinco años.
La vendimia comenzó oficialmente el pasado 24 de agosto y concluyó el domingo 16 de octubre y el clima ha respetado a los vendimiadores, destacaba ayer la DO en una nota. «Los viticultores y bodegueros han ido vendimiando a medida que la uva iba madurando y se ha obtenido una calidad excepcional con un estado sanitario excelente», con unos parámetros de PH y acidez «muy buenos», que permitirán elaborar vinos equilibrados, valoraron los técnicos del Consejo Regulador. Los vinos tendrán un «gran cantidad de fruta» esta temporada, «con un marcado carácter varietal y una buena evolución a lo largo del tiempo».
La floración comenzó este año con diez días de adelanto respecto a la campaña de 2019, en la semana del 25 de mayo y hasta el 8 de junio. Y en envero también se produjo entre el 14 y el 21 de julio, con 15 días de adelanto respecto a la campaña del año anterior. Los focos de mildiu en racimo detectados no tuvieron mayores consecuencias.
El Consejo Regulador de los Vinos del Bierzo cuenta con 72 bodegas, 1.110 viticultores inscritos y controla una superficie de 2.349 hectáreas de viñedo, por primera vez también de dos nuevas variedades minoritarias como la uva merenzao y la estaladiña. También se inicia la elaboración de claretes.