Recolectan Miel de Roble y Brezo, Polen y Propóleo, y ponen a nuestra disposición todos los beneficios que pueden aportarnos las abejas directamente extraídos de la colmena, de forma totalmente natural, y procediendo a su posterior envasado para garantizar la calidad del producto.
Realizan analíticas periódicas del producto para garantizar calidad y pureza del mismo.
Son la segunda generación de apicultores, comenzando su andadura a nivel profesional hace seis años con mucho esfuerzo y dedicación.
El trabajo en un entorno natural no tiene los niveles de seguridad del negocio que pueda tener otro sector industrial alimentario. Las lluvias, las sequías, las nieves, los osos, y cualquier otra circunstancia afectan a la producción, haciendo que cada año sea un reto y una aventura diferente.