El Capricho suena en la cabeza de muchos de nosotros como un restaurante especializado en carne, en carne de buey. Incluso algunos pueden saber que también comercializa a través de su segunda marca la cecina, las hamburguesas, los callos, el chorizo, y todos los cortes del despiece, ahora más que nunca a través de su tienda online, también en Europa.

Pero hoy, aquí, en este espacio, queremos aprovechar para presentaros nuestro nuevo proyecto. Estamos recuperando los viñedos centenarios que plantaros nuestros abuelos, convencidos que esta tierra será un día referente también por la calidad de sus viñedos. En este proyecto que comenzamos a andar con ilusión, se ha unido recientemente Agustí Peris, el que fue sommelier del Bully y de Etxebarri. Es un honor para nosotros tenerle en León, en el Capricho.

En el Valle del Jamuz, se encuentra también la bodega Fuentes del Silencio, que ha dotado al proyecto de sentido interpretando sus suelos, su clima, su historia, y que ha recibido numerosos reconocimientos ya, llegando incluso a convertirse en una de las escasas bodegas que se encuentran dentro de los grandes Pagos de España.

El Chano 2018 es la segunda añada que comercializamos. El primer vino fue el 2016; en el 2017 no hicimos porque la uva no era buena; fue el año que toda la cosecha se arruinó por las heladas. Este vino tiene la nobleza de la tierra austera y el peso del pasado. El alma de nuestros abuelos, que plantaron antiguos clones de mencía y prieto picudo, que han resistido los envites del clima y el abandono. Este vino ha salido de viñedos olvidados desde hace más de 20 años, lo que ha permitido mantener el suelo virgen y con una intensa vida.

En el 2018 producimos 7.353 botellas y 250 magnum. Poco a poco irá aumentando algo, porque estamos recuperando cada vez más viñedo, y los que estamos cuidando, van aumentando poco a poco su producción, que estaba perdida.

De color rojo picota y ligero en boca, con la acidez de un paisaje árido y la frescura y mineralidad de un suelo de cantos y grijos y la elegancia de nuestras arcillas acumuladas en los márgenes de nuestro valle que intuye el gran río que existió hace miles de años.

En el 2018 elaboramos también Valdecedín, que se podrá probar pronto en el Capricho. Así describe José Gordón este vino: Valdecedín es la parcela más alta con más de 800 metros. En la cima de una pequeña loma, recibe las rachas de viento y sufre primero las heladas. Su color rojo cereza me trae recuerdos de mi infancia cuando cuidaba los más de 50 cerezos que había al lado de la viña. Han pasado 90 años desde que Segundo Gordón plantó esta viña de más de una hectárea en terreno centenal que le imprime un carácter serio y que promete una larga vida.